sábado, 9 de octubre de 2010

Quiero tener un millón de amigos

En Chile varios usuarios superan las mil amistades en el sitio y otro buen porcentaje supera las 400, índices superiores a España o Argentina. Pero especialistas señalan que las relaciones humanas se reducen a bastante menos. Antropólogo británico incluso asegura que en épocas de crisis, los verdaderos amigos no son más de seis.


Claudia Jara tiene un perfil en Facebook hace cinco años. Comenzó agregando sólo amigos, pero con el tiempo se dedicó a las ventas y empezó a sumar gente que no necesariamente conocía, pero que podrían convertirse en clientes. Hoy tiene 641 amigos.


Claudia es, según la Radiografía del Chile Digital 2.0, estudio realizado por la consultora Divergente, una usuaria “normal” de Facebook. Según la cantidad de contactos y el tiempo de uso, más abajo están los “light” -que tienen alrededor de 300 amigos- y por encima, los “strong” o “full” -con más de mil-, de los que también hay varios en Chile.


Miguel Arias, sicólogo y director del proyecto Generación Ser Digital y de la consultora que realizó la encuesta, señala que el 75,1% dice tener una cuenta en Facebook y según los registros de la red social hay cerca de 7 millones y medio de chilenos con un perfil.


“El peak de uso es a los 20 años y son más mujeres. El número de amigos que tienen los chilenos en relación a Argentina o España es más alto. Cuando en España cuentas que tienes 500 amigos, te dicen ¡eres un monstruo! Tener 400-500 amigos es mucho, pero en Chile es una cuenta normal”, sostiene Arias.


Javier Sasso tiene 441 amigos en su perfil, que creó hace tres años. Cuenta que para agregar contactos lo primero que hace es mirar si tiene algún amigo en común. “Si no, les mando un mensaje para saber de dónde nos conocemos, y si no los conozco y me están agregando por agregar amigos les pongo ignorar”, dice.


Un estudio del antropólogo inglés Robin Dunbar, investigador de la Universidad de Oxford, que analizó las redes sociales y cómo los usuarios gestionan su tamaño y composición, señala que el número máximo de amigos con el que es posible participar de manera realista es de unos 150. Es el mismo número que Dunbar siempre ha señalado como la cantidad de relaciones que el cerebro humano es capaz de soportar.


“No es biológicamente imposible, pero hay límites sicológicos en el número de personas que podemos tener como amigos y estos límites están relacionados a algunos aspectos del tamaño cerebral. El número de amigos que podemos tener es, en parte, limitado por la cantidad de tiempo que tenemos que pasar con ellos, porque sólo pasando tiempo con ellos podemos construir una relación (tenemos que conocerlos lo suficiente)”, señala Dunbar desde Inglaterra.


Es una combinación de tiempo y tamaño cerebral lo que limitaría el número de amigos. Según el antropólogo, el límite en 150 se establece para aquellas personas con las que se tiene una relación personal, es posible conocer más gente, pero no tener una amistad adecuada con ellos. “En Facebook puedes siempre agregar más gente, pero no significa que sean verdaderos amigos”, dice.


Lo normal según esta teoría sería tener entre 120 y 130 amigos en Facebook, lo que no se cumple en Chile. Por eso Arias duda. “Efectivamente el nivel de relación y conocimiento con la gente de Facebook no es comparable con un amigo de toda la vida o con el cara o cara, pero lo empírico demuestra que en Chile los usuarios tienden a administrar por los menos entre 300-400 contactos. Habría que redefinir la teoría”, sostiene.


El sicólogo reconoce que el sistema nervioso tiene una capacidad limitada para operar, recordar información y establecer vínculos, “lo que está en duda es el número que se puede administrar. Un ‘community manager’ hoy día administra más de mil contactos, un twittero como @infozeus, por ejemplo, debe tener como seis mil, pero lleva una relación con al menos 70% de sus seguidores”, explica.


Javier asegura que conoce en persona al 90% de sus contactos, aunque sólo interactúa con el 40% a menudo. Claudia también confirma que no tiene una relación directa con todos sus contactos. “Sería una locura interactuar con 300 personas, ¡sería Roberto Carlos!, pero sí son personas que en algún momento fueron parte importante de mi vida y me interesa saber de ellos. No es que uno hable con ellos a diario, pero un saludo o una palabra de ánimo cuando hay tiempos difíciles siempre son necesarias y en Facebook te enteras de todo eso”, afirma.


Diferentes perfiles


Alejandra San Juan, sicóloga de la Dirección de Tecnologías Educativas de la Universidad Andrés Bello (UNAB), señala que lo más probable es que existan diferencias en el tipo y profundidad de las relaciones con los contactos en las redes sociales, pero “en realidad es súper difícil que una persona pueda desarrollar una relación profunda y un vínculo más cercano con 200 contactos”, agrega.


Ahí es donde aparecen los ‘coleccionistas de contactos’, para quienes, según Arias, pertenecer a las redes sociales funciona como un refuerzo positivo. “Coleccionar amigos se transforma en un hobby, criticable o no, discutible, pero que te conteste alguien, sumar gente, se transforma en un elemento placentero”, dice.


San Juan agrega que, sin embargo, no se debe generalizar. Hay que contextualizarlo según grupos etarios. “Para los adultos son reencuentros o contactos laborales, los niños lo hacen para jugar y los adolescentes son los que probablemente compiten más por sumar amigos, por popularidad, típico de la edad”.


La personalidad es un factor que también influye. Las mujeres tienen un número ligeramente mayor de amigos que los hombres, los extrovertidos más que los introvertidos y quienes son socialmente cualificados también, dice Dunbar, el promedio general es 150, pero el rango que cruza diferentes tipos de persona es cerca de 100-200. Así, quienes tienen más amigos en estas redes, reconocen también ser sociables en la vida no virtual. “Antes se daba que la personalidad que se desarrollaban en estos espacios podía diferir de la personalidad real en su vida cotidiana, ahora más que nunca este tipo de espacios han permitido que proyecten su propia identidad, es mucho más probable que exista una coherencia en lo que son en su vida en la red que lo que son en la realidad”, enfatiza San Juan.


Fuente: http://www.lanacion.cl/

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